El convento de Tlaquiltenango se fundó en el año de 1540 a cargo de frailes franciscanos, aunque el proceso constructivo del edificio duró todavía en buena parte durante el Siglo XVI y posteriores, pues en la construcción es evidente la influencia de franciscanos y dominicos, estos últimos, tomaron de forma definitiva la administración del convento en 1593, después de un largo litigio.
A pesar de
la larga vida del inmueble, es poco lo que se sabe o tiene registro sobre la
historia de éste, sobre todo, en temas como los sismos que ha enfrentado y el
daño estructural que le han causado. La fuente principal de Historia regional,
las Apuntaciones Históricas de Xoxutla a
Tlaquiltenango del célebre Padre Minos, no dan cuenta extensa de sismos que
hayan azotado a la región ni de las afectaciones que hubiesen provocado. La
única referencia al respecto es sobre la Capilla del barrio de Teocalcingo
(Jojutla) y dice:
“… donde hasta 1680
fundaron su Capilla y a este barrio se le ha dado el nombre de Teocalzingo la
primera Capilla que construyeron por un gran terremoto fue derribada y muchos años
después se levantó la que actualmente existe”.
De la época virreinal,
se pueden destacar los sismos de 1557, 1567, 1568, 1585, 1588 y 1591, de los que se
han registrado daños moderados y severos en templos y conventos. Sin embargo,
con mayor relevancia se debe considerar al sismo de Colima en 1585 del que se
registran daños severos en la Iglesia de Jiutepec. Aunque en ninguno de los
sismos anteriores hay registro de daños para el templo y convento de Tlaquiltenango,
es posible asegurar que debió sufrir daños estructurales que fueron reparados reforzando y
modificando las construcciones..
Para los
siglos XVII, XVIII y XIX, la falta de información y registros es la misma, por
lo que se desconoce ampliamente el efecto de los sismos sobre las
construcciones eclesíasticas de Tlaquiltenango. Lo cierto es que los daños no debieron ser severos pues, según
afirman expertos, los daños llegan a ser acumulativos por lo que una serie de
daños severos terminan por dejar obsoleto al edificio.
Ya dentro
del siglo XX y desde que se tiene un registro formal de la actividad sísmica en
México, los sismos de 1957, 1973, 1985 y 1999 figuran como los más importantes
para efectos de esta investigación.
En 1957, se
registró un sismo en las costas del Estado de Guerrero, cerca de Acapulco, cuya
Magnitud fue de 7.7; los daños que causó fueron bastantes, aunque en lo
referente al templo y convento de Tlaquiltenango lo más significativo fue la
caída de la esfera que adornaba la cima del cupulín de la torre del campanario.
El 28 de agosto
de 1973, se suscitó un sismo con Magnitud 7.3 en las cercanías de Orizaba,
Veracruz. De este sismo es del que se ha encontrado un mayor registro de los
daños causados a las construcciones del templo y ex convento de Tlaquiltenango.
De entre estas:
Templo.
-
- Agrietamiento
en el extradós e intradós de la bóveda.
- - Grietas
en sentido transversal y longitudinal de la nave.
- - Agrietamiento
vertical en prácticamente toda la altura de los muros.
- - Grietas
horizontales en los muros del presbiterio.
- - Desplomo
de aproximadamente 90 cm en el muro del costado Sur.
- - Uno
de los muros del presbiterio se encontraba 60 cm fuera de plomo.
Ex convento.
-
- Agrietamiento
en los muros y bóvedas, principalmente en las crujías Norte y en la Capilla
Abierta.
- - Las
zonas más afectadas fueron el entrepiso y la bóveda del claustro alto en el
costado Norte.
El sismo del 19 de
septiembre de 1985, suscitado en las costas de Michoacán y que tuvo una Magnitud
de 8.1, afectó en gran medida a buena parte del Centro de México. En lo que
refiere al templo y ex convento de Tlaquiltenango son pocos los registros de
daños significativos, seguramente porque hacía poco de las reparaciones hechas
a la construcción tras el sismo de 1973. Lo más significativo entonces, fue un
agrietamiento visible en la fachada del templo, entre éste y la torre del
campanario, además de la caída de los arcos que servían de entrada en la barda
perimetral del lado Sur.
Ya a finales del siglo XX, en 1999,
cerca del municipio de Tehuacán, Puebla, se registró un sismo con Magnitud 7.1.
Los daños al conjunto conventual de Tlaquiltenango se consideraron menores
gracias a las reparaciones hechas después del sismo de 1973, en especial
gracias al gran refuerzo de concreto del que fue objeto la bóveda del templo. Entre
las afectaciones registradas se encuentran algunas grietas verticales en los
muros de la nave principal cerca de las pilastras, grietas longitudinales y
transversales en la bóveda de la nave, grieta horizontal en la parte baja del
muro Sur y grietas en el cupulín del campanario que además sufrió rotación en
su base.
Como
se puede observar, han sido los sismos
con Magnitud mayor a 7, y los que han tenido un epicentro relativamente
cercano, los que han dejado mayor afectación en las construcciones del templo y
convento de Tlaquiltenango, por lo que ya en el siglo XXI deben ser este tipo
de sismos a los que se les debe prestar mayor atención.
En
los últimos 16 años y 9 meses, sólo han ocurrido 8 eventos sísmicos con Magnitud
igual o mayor a 7. Tres de éstos en Chiapas, dos en Guerrero, uno en Colima,
uno en Baja California y uno en Morelos; siendo los dos últimos, registrados el
7 y 19 de septiembre de 2017 en Pijijiapan, Chiapas y en Axochiapan, Morelos,
respectivamente, los que mayores estragos han dejado.
El
sismo del 7 de septiembre tuvo una Magnitud de 8.2, sin embargo, la lejanía del
epicentro no provocó daños visibles en el conjunto conventual de
Tlaquiltenango, aunque es posible que hubiese provocado algunas fisuras y
grietas menores que no fueran significativas pero que de alguna manera
debilitaran las construcciones pues se sintió con bastante fuerza en la
localidad.
El
sismo del 19 de septiembre, tuvo una Magnitud de 7.1, y su epicentro se ubicó a
12 kilómetros al Sureste de Axochiapan, Morelos; la Magnitud, aunada a la
cercanía del epicentro provocaron graves daños en la Zona Sur de Morelos,
siendo lo más significativos aquellos de los edificios históricos.
Los
daños que este sismo causó en el templo y ex convento de Tlaquiltenango aún no
son cuantificados del todo, sin embargo, aquello que es notorio desde la vía pública
refleja una grave afectación al inmueble: una enorme grieta se abrió en el muro
Norte del templo, la torre del campanario prácticamente se separó del templo y
el cupulín de la misma torre se destruyó por completo, parte de la cúpula del
ábside se derrumbó, se cayeron gran número de almenas decorativas y se desplomó
la bóveda del claustro alto del lado Norte, así como la fachada del
representativo reloj que fue colocado para “hermosear” al pueblo en febrero de1898, entre
otros daños.
Según
dictámenes preliminares de expertos del INAH el inmueble presenta daños
severos, por lo que entrará en un largo proceso de reconstrucción junto con buena
parte de los edificios históricos de la entidad, siendo el peor panorama para
el ex convento de Tlaquiltenango aquel en el que ya no podrá ser utilizado como
edificio religioso y, en cambio, sólo será patrimonio cultural del Estado de
Morelos y del municipio de Tlaquiltenango.
Catálogos del Servicio Sismológico Nacional de México.
Testimonios orales.
R E F E R E N C I A S
Minos, Agapito Mateo. Apuntaciones
Históricas de Xoxutla a Tlaquiltenango. Tercera Edición (Facsímil).
Cocinando Letras. México. 2007.
Hinojosa, Laura Elena. Tlaquiltenango,
Crónica Pictográfica de un Conflicto Religioso. UAEM. Primera Edición.
Morelos. 2009.
Meli Piralla, Roberto. Los
Sismos y los Conventos. en Revista Geotecnia. Número 228. Sociedad Mexicana
de Ingeniería Geotécnica. México. Julio-Agosto 2013.
Padilla Lozoya, Raymundo. Los
sismos en Colima: Siglo XVI. AF Medios, Agencia de Noticias. 10 de febrero
de 2011.
Recordamos: el
terremoto del ‘Ángel’ de 1957. AM Querétaro. 28 de junio de 2014.
Marrero, Carlos. Temblor
de 1973 de la Ciudad de Córdoba. Crónicas UGMEX. 31 de mayo de 2016.
Ramírez-Herrera, Teresa; Lugo-Hubp, José. Efectos del sismo (7.0=Mw) del 15 de junio
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de Geografía, UNAM.
México. diciembre de 2000.
Catálogos del Servicio Sismológico Nacional de México.
Testimonios orales.