viernes, 22 de junio de 2018

Los Tlahuicas

Glifo asociado a los tlahuicas, Códice Boturini.
Los tlahuicas o tlalhuicas fueron una de las siete (o nueve) tribus nahuas que, según la historiografía mexica, salieron del mítico Aztlán  o Chicomoztoc en busca de un lugar para establecer asiento, encontrándolo en las inmediaciones del lago de Texcoco, así como hacia el Norte, Sur y dentro del mismo.


El Códice Boturini o Tira de la Peregrinación (siglo XVI), menciona que fueron nueve las tribus emigrantes: Matlatzincas, Tepanecas, Tlalhuicas, Malinalcas, Colhuas, Xochimilcas, Chalcas, Huexotzincas y Mexicas.

El Códice Ramírez y Fray Diego Durán, coinciden en que fueron siete los grupos nahuas emigrantes: xochimilcas, chalcas, tepanecas, colhuas, tlalhuicas, tlaxcaltecas y aztecas o mexicas. En el orden antes descrito se fueron asentando en las inmediaciones del lago de Texcoco, sin embargo, tlalhuicas, tlaxcaltecas y mexicas no encontraron lugar alrededor del lago, por esta razón, los tlaxcaltecas siguieron su camino hacia el Norte, los tlahuicas hacia el Sur y los mexicas se asentaron en un islote dentro del lago.

Los Tlahuicas se asentaron en las zonas bajas de la sierra del Ajusco y establecieron su principal señorío en Cuauhnáhuac, hoy Cuernavaca. El territorio del actual Estado de Morelos estuvo ocupado por Xochimilcas y Tlahuicas durante el posclásico tardío, en la época inmediata anterior a la llegada de los expedicionarios europeos.

Diego Durán, cronista español y fraile dominico, habitó en el convento de Santo Domingo Oaxtepec durante la segunda mitad del Siglo XVI. Escribió hacia 1580 su Historia de las indias de Nueva España y Islas de tierra firme, allí describe la extensión territorial que tuvieron xochimilcas y tlahuicas según los pueblos en lo que establecieron sus principales señoríos.

Portada del libro de fray Diego Durán.
Sobre los pueblos que ocuparon los tlahuicas, Durán escribió “…asentaron en lugar que ahora poseen, tomando por principal asiento y cabeza de su provincia a Cuauhnáhuac (Cuernavaca), de donde salieron los Señores de aquella congregación a hacer sus moradas y asientos como los demás, unos a Yahutepec (Yautepec), otros a Oaxtepec, a Acapichtlan (Yecapixtla), a Tlaquiltenanco (Tlaquiltenango) con todos los demás pueblos, villas y estancias que llamamos Masquesado”

Duran describe a los tlahuicas como gente “muy tosca” y de “muy basto frasis”, o sea, de carácter y/o facciones físicas duras y lenguaje tosco. Además, sobre el territorio que ocuparon, Durán refiere “… tierra por cierto la más bella  y deleitosa que hay en medio mundo, que si no fuera por el mucho calor que en ella hace, sería otro paraíso terrenal, por haber en ella muchísimas fuentes, caudalosos ríos llenos de mucho pescado, arboledas fresquísimas, frutales de muchas diferencias, así de la tierra como de España, de donde se proveen todas las ciudades comarcanas; llena de mil diferencias de flores odoríferas, unas mejores que otras. Riquísima de algodón, donde acude el trato de toda la tierra a él.”

Los tlahuicas hoy en día.

La denominación de tlahuica tiene una importante carga cultural dentro del Estado de Morelos, pues forma parte de un sentido amplio de identidad muy importante para los habitantes del Estado,  esto a pesar de que existen muy pocos pueblos con tradiciones indígenas.

El municipio de Tlaquiltenango se ha adueñado, de forma consuetudinaria, del gentilicio “tlahuica”, es decir, que por costumbre así se les denomina a los habitantes de este municipio para diferenciarlos de sus vecinos. Las posibles razones son varias, aunque las más aceptadas son que se debió a la gran influencia que tuvo el equipo de futbol “Tlahuicas” que jugó en el atrio de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán para la tercera división a mediados del siglo XX, como lo sugieren cronistas locales como Agur Arredondo o Guillermo Mañón. También pudo deberse a la similitud entre las palabras Tlahuica y Tlaquitenango, y la dificultad para pronunciar “tlaquiltenanguense”.

Pese a lo anterior, el único pueblo tlahuica que existe, reconocido por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), es San Juan Atzingo, municipio de Ocuilan, Estado de México. Se trata de una población de ocupación originalmente otomí que fue desplazada por nahuas durante el posclásico tardío.

Los tlahuicas de San Juan Atzingo poseen una lengua materna emparentada con el otopame más que con el náhuatl, y de hecho reconocen muy pocos aspectos de la cultura nahua. Se puede tratar, por tanto, de un reconocimiento histórico más que étnico del término tlahuica.

¿Qué significa?

Tribus peregrinas o emigrantes,
Códice Boturini.
Los posibles significados son varios, pero en principio de cuentas es necesario descartar la asociación que se ha hecho de la palabra “tlahuica” con la voz pjiekak’joo, pues se han referido como sinónimos. Ambas refieren a formas en las que los pobladores de San Juan Atzingo se reconocen como miembros de su comunidad, pero son parte de leguajes diferentes, por lo que sus interpretaciones al castellano también deben ser distintas.

“Pjiekak´joo”, según traducen los ancianos del pueblo, significa “lo que yo soy” o “lo que yo hablo”; mientras que “tlahuica” es un gentilicio en náhuatl cuyo glifo asociado es el que aparece en el tercer lugar en orden descendente en la segunda hoja del Códice Boturini; sin embargo ni su lectura ni su traducción aún son claros, pues la descripción hecha por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), menciona que:

“El glifo consta de un arco, tlahuitolli, y de una vara, tlacochtli o mitl. Puede remitir a pueblos distintos según la modalidad de lectura adoptada. 1) Si consideramos el glifo como un ideograma, su lectura sería “chichimecas”, ya que el arco y la vara o flecha eran los atributos emblemáticos de estos pueblos. 2) Si consideramos que el arco tlahuitolli, vale por su sonido y no por su sentido, la lectura será tlahuica (tlahui-tolli), dejando a un lado las dos últimas sílabas de la palabra. 3) Si estimamos únicamente la vara, tlacochtli, la lectura podría ser Tlacochcálcatl. Este barrio es mencionado en distintos textos alfabéticos.”

Otro significado asociado es “los de la tierra”, el cual tiene sentido si consideramos a “tlalhuicas” como la palabra original, pues el prefijo “tlal” sería una contracción de “tlalli” que es “tierra” en náhuatl, sin embargo, no existe relación entre este significado con el glifo asociado.


Referencias: 

Durán, Diego. Historia de las Indias de Nueva España y Islas de tierra firme. Imprenta de J. M. Andrade y F. Escalante. México. 1867.

Álvarez Fabela, Reyes Luciano. Tlahuicas. CDI. México. 2006.

Hernández Chávez, Alicia. Breve Historia de Morelos. Fondo de Cultura Económica. México. 2002.

von Wobser, Gisela (coord.). Historia de México. Fondo de Cultura Económica. México. 2010.

López González, Valentín. Estado de Morelos, Breve Historia. IEDM. México. 2002.

Códice Boturini. Instituto Nacional de Antropología e Historia. URL: www.codiceboturini.inah.gob.mx/approaches_text.php?textID=7   Consultado el 20 de junio de 2018. 


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