Glifo asociado a los tlahuicas, Códice Boturini. |
Los tlahuicas o
tlalhuicas fueron una de las siete (o nueve) tribus nahuas que, según la historiografía
mexica, salieron del mítico Aztlán o
Chicomoztoc en busca de un lugar para establecer asiento, encontrándolo en las
inmediaciones del lago de Texcoco, así como hacia el Norte, Sur y dentro del
mismo.
El Códice Boturini o Tira de la Peregrinación (siglo XVI), menciona que fueron nueve las tribus emigrantes: Matlatzincas, Tepanecas, Tlalhuicas, Malinalcas, Colhuas, Xochimilcas, Chalcas, Huexotzincas y Mexicas.
El Códice Ramírez y
Fray Diego Durán, coinciden en que fueron siete los grupos nahuas emigrantes: xochimilcas,
chalcas, tepanecas, colhuas, tlalhuicas, tlaxcaltecas y aztecas o mexicas. En el
orden antes descrito se fueron asentando en las inmediaciones del lago de
Texcoco, sin embargo, tlalhuicas, tlaxcaltecas y mexicas no encontraron lugar alrededor
del lago, por esta razón, los tlaxcaltecas siguieron su camino hacia el Norte,
los tlahuicas hacia el Sur y los mexicas se asentaron en un islote dentro del
lago.
Los Tlahuicas se
asentaron en las zonas bajas de la sierra del Ajusco y establecieron su principal
señorío en Cuauhnáhuac, hoy Cuernavaca. El territorio del actual Estado de
Morelos estuvo ocupado por Xochimilcas y Tlahuicas durante el posclásico
tardío, en la época inmediata anterior a la llegada de los
expedicionarios europeos.
Diego Durán, cronista español
y fraile dominico, habitó en el convento de Santo Domingo Oaxtepec durante la
segunda mitad del Siglo XVI. Escribió hacia 1580 su Historia de las indias de Nueva España y Islas de tierra firme, allí
describe la extensión territorial que tuvieron xochimilcas y tlahuicas según
los pueblos en lo que establecieron sus principales señoríos.
Portada del libro de fray Diego Durán. |
Sobre los pueblos que
ocuparon los tlahuicas, Durán escribió “…asentaron en lugar que ahora poseen,
tomando por principal asiento y cabeza de su provincia a Cuauhnáhuac
(Cuernavaca), de donde salieron los Señores de aquella congregación a hacer sus
moradas y asientos como los demás, unos a Yahutepec (Yautepec), otros a
Oaxtepec, a Acapichtlan (Yecapixtla), a Tlaquiltenanco (Tlaquiltenango) con
todos los demás pueblos, villas y estancias que llamamos Masquesado”
Duran describe a los
tlahuicas como gente “muy tosca” y de “muy basto frasis”, o sea, de carácter
y/o facciones físicas duras y lenguaje tosco. Además, sobre el territorio que
ocuparon, Durán refiere “… tierra por cierto la más bella y deleitosa que hay en medio mundo, que si no
fuera por el mucho calor que en ella hace, sería otro paraíso terrenal, por
haber en ella muchísimas fuentes, caudalosos ríos llenos de mucho pescado,
arboledas fresquísimas, frutales de muchas diferencias, así de la tierra como
de España, de donde se proveen todas las ciudades comarcanas; llena de mil
diferencias de flores odoríferas, unas mejores que otras. Riquísima de algodón,
donde acude el trato de toda la tierra a él.”
Los tlahuicas hoy en
día.
La denominación de
tlahuica tiene una importante carga cultural dentro del Estado de Morelos, pues
forma parte de un sentido amplio de identidad muy importante para los
habitantes del Estado, esto a pesar de que existen muy pocos pueblos con tradiciones
indígenas.
El municipio de
Tlaquiltenango se ha adueñado, de forma consuetudinaria, del gentilicio “tlahuica”,
es decir, que por costumbre así se les denomina a los habitantes de este
municipio para diferenciarlos de sus vecinos. Las posibles razones son varias,
aunque las más aceptadas son que se debió a la gran influencia que tuvo el
equipo de futbol “Tlahuicas” que jugó en el atrio de la Parroquia de Santo
Domingo de Guzmán para la tercera división a mediados del siglo XX, como lo
sugieren cronistas locales como Agur Arredondo o Guillermo Mañón. También pudo
deberse a la similitud entre las palabras Tlahuica y Tlaquitenango, y la
dificultad para pronunciar “tlaquiltenanguense”.
Pese a lo anterior, el
único pueblo tlahuica que existe, reconocido por la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), es San Juan Atzingo, municipio de
Ocuilan, Estado de México. Se trata de una población de ocupación originalmente
otomí que fue desplazada por nahuas durante el posclásico tardío.
Los tlahuicas de San
Juan Atzingo poseen una lengua materna emparentada con el otopame más que con
el náhuatl, y de hecho reconocen muy pocos aspectos de la cultura nahua. Se puede
tratar, por tanto, de un reconocimiento histórico más que étnico del término
tlahuica.
¿Qué significa?
Tribus peregrinas o emigrantes, Códice Boturini. |
Los posibles
significados son varios, pero en principio de cuen tas es necesario descartar la
asociación que se ha hecho de la palabra “tlahuica” con la voz pjiekak’joo, pues se han referido como
sinónimos. Ambas refieren a formas en las que los pobladores de San Juan
Atzingo se reconocen como miembros de su comunidad, pero son parte de leguajes
diferentes, por lo que sus interpretaciones al castellano también deben ser distintas.
“Pjiekak´joo”, según
traducen los ancianos del pueblo, significa “lo que yo soy” o “lo que yo hablo”;
mientras que “tlahuica” es un gentilicio en náhuatl cuyo glifo asociado es el
que aparece en el tercer lugar en orden descendente en la segunda hoja del
Códice Boturini; sin embargo ni su lectura ni su traducción aún son claros,
pues la descripción hecha por el Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH), menciona que:
“El glifo consta de un
arco, tlahuitolli, y de una vara, tlacochtli o mitl. Puede remitir a pueblos
distintos según la modalidad de lectura adoptada. 1) Si consideramos el glifo
como un ideograma, su lectura sería “chichimecas”, ya que el arco y la vara o
flecha eran los atributos emblemáticos de estos pueblos. 2) Si consideramos que
el arco tlahuitolli, vale por su sonido y no por su sentido, la lectura será
tlahuica (tlahui-tolli), dejando a un lado las dos últimas sílabas de la
palabra. 3) Si estimamos únicamente la vara, tlacochtli, la lectura podría ser
Tlacochcálcatl. Este barrio es mencionado en distintos textos alfabéticos.”
Otro significado asociado
es “los de la tierra”, el cual tiene sentido si consideramos a “tlalhuicas”
como la palabra original, pues el prefijo “tlal” sería una contracción de “tlalli”
que es “tierra” en náhuatl, sin embargo, no existe relación entre este
significado con el glifo asociado.
Referencias:
Durán, Diego. Historia de las Indias de Nueva España y Islas de tierra firme. Imprenta de J. M. Andrade y F. Escalante. México. 1867.
Álvarez Fabela, Reyes Luciano. Tlahuicas. CDI. México. 2006.
Hernández Chávez, Alicia. Breve Historia de Morelos. Fondo de Cultura Económica. México. 2002.
von Wobser, Gisela (coord.). Historia de México. Fondo de Cultura Económica. México. 2010.
López González, Valentín. Estado de Morelos, Breve Historia. IEDM. México. 2002.
Códice Boturini. Instituto Nacional de Antropología e Historia. URL: www.codiceboturini.inah.gob.mx/approaches_text.php?textID=7 Consultado el 20 de junio de 2018.
Códice Boturini. Instituto Nacional de Antropología e Historia. URL: www.codiceboturini.inah.gob.mx/approaches_text.php?textID=7 Consultado el 20 de junio de 2018.
Muy buena informacion
ResponderBorrarInteresante... Muy buena intro. Gracias por las referencias. Espero profundizar en el tema.
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