martes, 16 de febrero de 2016

Puente de Santo Domingo Tlaquiltenango. (Colonia Manzanares)



Este monumento arquitectónico está ubicado en la hoy colonia Celerino Manzanares, y pese a su antigüedad es desconocido por muchas personas, ya sea porque no lo han visitado o porque no saben nada sobre él. El puente está rodeado por un ambiente muy pasivo y aún natural en su mayoría. Por éste, sólo pueden pasar personas, animales o vehículos angostos. Lo estrecho de su camino contrasta con la anchura de los pilares que lo sostienen, característica que ha sido la culpable de que dicho puente haya soportado el paso del tiempo y los golpes de la naturaleza.
Su historia se remonta al siglo XVII, en el año de 1615, cuando Fray Andrés de San Miguel pintó en papel de maguey los planos de los puentes de Jojutla (conocido como puente de Guadalupe) y el de Santo Domingo Tlaquiltenango. Fray Andrés de San Miguel era español, y en su momento se le consideraba como uno de los mejores Geógrafos, astrónomos, matemáticos e hidrógrafos; vivió en 1615 en la Hacienda de Guadalupe que a su vez pertenecía a la Hacienda de San Nicolás Obispo (hoy Galeana), dentro del curato de Santo Domingo en Tlaquiltenango.
Fray Andrés tuvo que abandonar la región, pero dejó los planos y la construcción a cargo del pueblo y de los frailes dominicos. Los puentes se construyeron, pero por la ausencia de Fray Andrés, los planos no pudieron ser seguidos tal cual estaban dibujados. Según se relata en los documentos compilados por el Pbro. Agapito Mateo Minos, los padres del convento de Tlaquiltenango trabajaron al lado de los naturales del pueblo. El trabajo fue arduo (prueba de ello la durabilidad del puente). 

El puente de Santo Domingo Tlaquiltenango se inauguró el 3 de agosto de 1617.

Cabe la posibilidad de que es éste sitio existiese una 'hamaca', es decir, un puente hecho con madera y cuerda, o algún medio de cruce rústico, sin embargo, la necesidad de una mejor vía de comunicación llevó a una construcción rígida, hecha a partir de mampostería, con arquitectura a base de arcos de medio punto con pilares muy gruesos en su desplante que se van angostando hasta llegar a su punto más alto. 

Este nuevo puente, sirvió para comunicar los límites del barrio de  San Martín Obispo (o de Tours) Tlayehualco con los llanos de la Guamilera. Este sitio se convirtió en un punto de comunicación entre la sede del curato de Tlaquiltenango y la ruta minera de la Alcaldía minera de Cuautla de Amilpas; por Tlaquiltenango pasaban los minerales que se dirigirían hacía el actual estado de Guerrero, y es posible que este camino sirviera como ruta alterna para comunicar con la hacienda de Huatecalco. 
El puente que se encuentra en la colonia Celerino Manzanares, es otro testigo en pie del pasado, que pese a que ha recibido intervenciones y ligeras adaptaciones a lo largo del tiempo, en lo general sigue siendo el mismo desde su inauguración. Es un monumento que debe ser valorado y conservado, no sólo por quienes allí viven, sino por todos los habitantes del municipio de Tlaquiltenango, quienes lo debemos considerar como parte de nuestro patrimonio histórico. Por cierto, cabe mencionar, que el 3 de agosto  de 2016, éste puentes estará cumpliendo 399 años desde su inauguración. 

Conozcamos nuestra historia, para valorarla y preservarla. 

Escrito por el investigador: Azael Abdí Vázquez Román. 

Referencias: 
Minos, Agapito. Apuntaciones Históricas de Xoxutla a Tlaquiltenango. 3° Ed. Cocinando Letras. México. 2007. 

Hernández Cháves, Alicia. Breve Historia de Morelos. 1° Ed. FCE. México. 2002.

2 comentarios:

  1. Que interesante es lo que tenemos a nuestro al rededor

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  2. Excelente recopilacion de información. Gracias por esa dedicación

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